top of page
Foto del escritorSeduto Escuela Canina

¡Tu cachorro podría estar en peligro si haces esto!

Actualizado: 28 sept 2023

Puede que estés a punto de acoger en tu casa a una bolita de pelos adorable y que estés aquí buscando información para hacerlo de la mejor manera posible.


Si es así, te felicito porque ya estás haciendo un muy buen trabajo.


Si ya la bolita está en tu casa, también quédate porque lo de hoy es para ti también.






#1: No nacemos aprendidos: mis errores.

#2: Todos los labradores y los Golden son iguales. MENTIRA.

#3: Lo que no tienes que hacer.


#1: No nacemos aprendidos: mis errores


Antes de empezar a contarte exactamente cual es mi consejo más precioso para los futuros dueños de perros bonitos, déjame contarte algo personal.


Soy adiestradora, pero la cosa es que obviamente no nací adiestradora. Y si. Yo también me equivoqué.


Mi primer perro fue un Golden retriever, yo llevaba años pidiendo un labrador a mis padres, pero por muchas razones al final llegó Nelson a nuestras vidas.


Un cachorro adorable de Golden, enorme, más bien diría gordísimo, recuerdo que nos habían explicado que comía mucho más rápido que sus hermanos y al final terminaba comiendo de su cuenco y el de los demás, y no habían podido evitarlo.


Yo vivía con mis padres en una casa con jardín en frente de un colegio. El perro era tan guapo que solo te cuento que tuvimos que poner una valla de dos metros porque todas las tardes nos entraban niños al jardín para jugar con el cachorro, sin que nosotros estuviéramos.


Los primeros meses de paseos, literalmente no podíamos avanzar más de 50 metros sin que alguien nos parara, el perro enseguida se volvió súper sociable con las personas y con los niños y fue un perro MUY tranquilo toda su vida, jamás mordió nada en casa, dormía una cantidad de horas incalculables y era muy feliz así.


#2: Todos los Labradores y los Golden son iguales. MENTIRA.


En mi mundo ideal todos los Golden eran así.


Hasta que llegó Ohio a mi vida.


Ja ja ja quien lo conoce sabe ya porqué me rio. Sin duda, es el perro más alegre que jamás he conocido, pero no porque yo sea una dueña increíble, (que también) sino porque él, nació feliz.


Vive en su burbuja de felicidad que se rompe solo cuando ve objetos o animales gigantes y nuevos.


Cuando Ohio era pequeño, yo hice exactamente lo que había hecho con mi primer perro: parar cada 50 metros para que todo el mundo acariciara a mi cachorro blanco y bonito.

Lo típico que lees en libros de cachorros: tienes que socializar a tu cachorro antes de la semana 16 con todo tipo de personas porque si no se volverá agresivo, antisocial, odiará a los niños y todo será terrible en tu vida.


Con todos mis respetos para los autores de libros para cachorros, hay algunos increíblemente buenos, pero otros, vamos a decirlo así, mejorables.


Hay que tener mucho cuidado con generalizar información en el mundo del perro, porque como siempre digo, cada perro es un mundo y se merece ser tratado por lo que es: un perro, pero también un individuo con unas características únicas. Y déjame ponerme sentimental, seguramente algunas de esas características serán irrepetibles.


Ningún perro será exactamente igual a otro, por mucho que sean hermanos, primos o padre e hijo.


Pues Ohio no es Nelson.


Lo más normal es que, si en toda la primera etapa de paseos del cachorro, cada persona que pasa lo acaricia o le da incluso comida, el perro aprende a que todos los desconocidos son amigos y tendrá que parar y tirar para llegar a cada persona que pasa a su lado, porque eso es divertido, obviamente, y así se pasea.



Muy lejos de parecerse a ese primer Golden calmado y más similar a una manta que a un perro, Ohio es un torbellino muy listo y con cara de bueno.


Os puedo asegurar que tuve que trabajar muchísimo para que entendiera que NO todas las personas del universo eran amigas suyas y que NO puede tirar, saltar y ladrar.



#3: Lo que No tienes que hacer



EL MUNDO ES MUY CRUEL.


"¿Que pasa? ¿hoy porque no te gusto?"


Eso es lo que tiene que haber pensado el primer día que lo saqué a dar una vuelta con lluvia.


Vivo en Málaga; aquí la lluvia es como el sol después del túnel que une Castilla y León a Asturias. NO HAY, y como consecuencia obvia, igual que yo, los malagueños no son, por lo general, muy amantes de la lluvia y de sus consecuencias.


Ese día, mi cachorro estaba lleno de barro y mojado hasta las pestañas, y claro, él pretendía ir a saludar a todos sus amigos humanos del barrio como siempre: tumbándose encima de sus pies, haciendo la croqueta al lado de sus piernas y rodeando sus pantalones nuevos y limpios para dejarse acariciar.


Recuerdo que una de mis vecinas en el parque empezó a chillarle para que se fuera. Lo típico: "perro malo, perro malo, ¡ah! ¿Qué haces?."


Cabezota como pocos, él siguió intentándolo y yo sinceramente no le dije nada en esa ocasión, ya que no me parecía justo regañarle para algo que hasta ese momento todo el mundo, incluida mi vecina, había premiado.


Me puse manos a la obra y hoy en día Ohio sigue siendo un perro feliz, pero ya hay solo pocos humanos que considera amigos y los demás no le importan tanto.


¿Fue fácil? NO.


Así que mi consejo más precioso, si vas a tener un perro bonito y muy llamativo, es NO dejar que todas las personas que te cruzas lo toquen.


Tiene que, obviamente, relacionarse con personas, y conocer lugares nuevos, pero te aseguro que no es necesario que se haga amigo de todo el barrio. Puede incluso ser abrumador para un cachorro tan pequeño ser tocado todo el rato por desconocidos que se abalanzan encima de él poniendo vocecitas agudas.


Va a costarte trabajo, pero va a ser mucho más fácil prevenir que curar.


También puede que tengas mucha suerte y tu perro sea un ángel y nunca tengas que corregirle nada.


¿Tu perro es demasiado sociable?


Te leo.


Felices ladridos!



20 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comentarios


bottom of page